Gajes del oficio





Mata-Hari había nacido en Holanda, en una ciudad llamada Leeuwarden, el 7 de agosto de 1876. Su verdadero nombre era Margaretha Geertruida Zelle. Contaba que desde niña fue adoptada por un sacerdote cuando su madre murió. Este sacerdote la llamó Mata-Hari, que en malayo quiere decir: ojo del día. Decía que la diosa Siva le había enseñado las danzas secretas con las que cautivaba a los hombres. Se transformó, entonces, en una exótica bailarina hindú que tuvo mucho éxito en los escenarios de Montecarlo, Berlín y París: aclamada y deseada.
Pasó a la historia cuando el 15 de octubre de 1917 fue fusilada por un pelotón de soldados franceses: había sido acusada de doble espionaje y de haber causado la muerte de miles de soldados.

Todo esto es conmovedor. Lo cierto que Margaretha había nacido en una familia normal. Que tuvo dos fallidos matrimonios, dos hijos, que su cuerpo no fue reclamado por nadie y fue a parar a la mesa de una universidad de medicina, sólo la cabeza y su abundante cabellera roja se mantuvo en el Museo de Criminales en Francia hasta que un día de 1958 desaparecieron sin dejar rastro.
Dicen que antes que la fusilaran se quitó el abrigo y quedó totalmente desnuda ante el pelotón, razón por la cual de los doce disparos enviados a su cuerpo, sólo cuatro dieron en él, pero uno nada más, le produjo la muerte.
Su cabeza y su cabellera hasta el día de hoy no se sabe dónde están.

Nunca el significado de su nombre había sido tan enigmático cuando la fusilaron: Ojo del día, hizo que su cuerpo, desviara muchas de las balas finales: no se mata lo que alumbra aunque se vuelva íntimamente extraño.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario