LA NÁUSEA (fragmento) Jean Paul Sartre

Compro un diario al pasar. ¡Fue hallado el cuerpo de la pequeña Lucienne! Olor a tinta, el papel se aja entre mis dedos. El innoble individuo ha huido. La niña fue violada. Hallaron su cuerpo, sus dedos crispados en el barro. Estrujo el papel con mis dedos crispados; olor a tinta. Dios mío, con qué fuerza existen hoy las cosas. La pequeña Lucienne fue violada. Estrangulada. Su cuerpo, su carne magullada, existe aún. Ella ya no existe. Sus manos. Ella ya no existe. Las casas. Camino entre las casas, estoy entre las casas, muy derecho en el pavimento: el pavimento existe bajo mis pies, las casas vuelven a cerrarse sobre mí, como el agua se cierra sobre mí, sobre el papel arrugado soy. Soy, existo, pienso, luego soy; soy porque pienso, ¿por qué pienso? No quiero pensar más, soy porque pienso que no quiero ser, pienso que... porque... ¡puf! Huyo, el innoble individuo ha huido, su cuerpo violado. Ella sintió esa otra carne que se deslizaba en la suya. Yo..., ahora yo... Violada. Un dulce deseo sangriento de violación me atrapa por detrás, dulcemente, por detrás de las orejas, las orejas corren tras de mí, el pelo rojo, el pelo es rojo en mi cabeza, hierba mojada, hierba rojiza, ¿también soy yo? ¿Y el diario también soy yo? Sujetar el diario, existencia junto a existencia, las cosas existen unas junto a otras, suelto el diario. La casa surge, existe frente a mí; camino a lo largo de la pared; existo a lo largo de la pared, existo frente a la pared; un paso, el muro existe frente a mí, uno, dos, detrás de mí, el muro está detrás de mí, un dedo que rasca en mi calzoncillo, rasca, rasca y saca el dedo manchado de barro, el barro en mi dedo que salía del arroyo barroso y vuelve a caer despacito, despacito, se ablandaba, rascaba con menos fuerzas ; los dedos de la niña a la estaban estrangulando, innoble individuo, rascaban con menos fuerza el barro, la tierra, el dedo se desliza despacito, primero cae la cabeza, caricia saliente contra mi muslo; la existencia es blanda y rueda y se zarandea, yo me zarandeo entre las casas, soy, existo, pienso, luego me zarandeo, soy, la existencia es una caída acabada, no caerá, caerá, el dedo rasca en un tragaluz, la existencia es una imperfección.

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