Y nosotros que pensábamos que nada tenían en la cabeza. De acuerdo a lo que leo en el blog Faverón (ver link en Blogs que sigo) las chicas lindas no solamente lo son, sino que también son inteligentes. ¿Ah, no? Vean:
La supermodelo Christy Turlington confiesa leer The Sound and the Fury de Faulkner, The Sun Also Rises, de Hemingway y Pride and Prejudice, de Austen. Pero bueno, hay que tener en cuenta que es estudiante de posgrado de Columbia University, algún mérito le cabe a la universidad.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizZblqKDiI_EVL0rxjhxtOPYswhc6BE_XcWNy5gwjIGuBpEhzzRzXJq0nqKHpuQtf7fJ1y29Ky16ihXGZCu0uIcXX6naF0km0RSlB-0W3D4mNNXZROgugRB1tJZtNHm_ziH1omk3o8QnDt/s200/milla-jovovich-023.jpg)
En cambio sí me sorprende Milla Jovovich , quien mientras espera sus sesiones de fotos lee con fanatismo a Rushdie, García Márquez y Naipaul.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNx10sf4xzqfK5cAIOglFqJKq-4Bbe4ht41kfBF2yOTgB3qxuxrYA5D-PkWaEwyeSaavTLjHlbGViGBd_u7IFSR_LzPW3Gqs-UwJmPVm2o2kj2LZhWSFJUNNgZjAI48W0hDd01RZEUOKdp/s200/gwyneth-paltrow-picture-1.jpg)
Paltrow recomienda desde el estrado del glamour y ante los ojos atónitos de sus seguidores que deberían leer a Jane Eyre, de Charlotte Brontë; Crimen y castigo, de Dostoievski; y The Sheltering Sky, de Paul Bowles.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCso4BSsRTAYpOW-cGIRtEH_b-GhdAJq6KMAA9eG9Fv4bM7x2vEuCCUDkjss5J3HRhP30qKKLP2j-MGXJZuM3EDdVT7BY6VmZq0V6Spnn6HTiV_J6eSUOtMmolEKfM2vklzbTWx7cHmD3K/s200/Madonna-small.jpg)
Madonna (no podía faltar, la diva número uno), entretanto dice que por estos días está enfrascada en la lectura de The Bad Girl, es decir, Travesuras de la niña mala, de Mario Vargas Llosa.
Tiemblen señoras, tiemblen que si la belleza comienza a venir acompañada de buena literatura... Uhmmm...
Pero creo que por estas pampas, esa combinación química aún está lejos.
1 comentario:
Por mi parte, lejos de temblar, me hace sentir orgullosa de mi género. Celebro que a la belleza natural la acompañe un cerebro amueblado.
Un abrazo, Jorge.
Publicar un comentario