A LA MIERDA CON TODO

LA NUEVA VERSIÓN DE EL MATADERO SE ESCRIBE EN SAN LUIS
(Elucubraciones sobre el poder omnímodo o cómo sobrevivir en la mentira organizada)

Adormecido por los aires de San Luis, he abandonado la resistencia. Sí, me dirán que soy cobarde, que un soy un hijo de puta y muchas otros epítetos que serían de mal gusto reproducir aquí, pero yo solo sé cuánto hemos sufrido en estas tierras puntanas. Cuánto hemos malgastado creyendo construir un lugar mejor, cuánta ilusión destruida se tragó el poder. Asistimos, impotentes, a la sistemática violación de los mínimos derechos laborales, a la ostentación obscena del dinero que se balancea sobre las narices de miles de sanluiseños sumidos en miserables planes sociales, mientras el derroche del lujo continúa en una nueva bacanal: ahora Festival internacional de cine, antes Festival internacional de ajedrez, y también lo hubo de ciclismo, de básket, y qué se yo cuánta idiotez andaba rodando y no se extrañen que entre los burros de la sierras puntanas, algún día aparezcan Hamilton, Raikkonen, porque la F1 será el nuevo entretenimiento del monarca. Mientras tanto, tenemos los peores sueldos docentes del país, los hospitales empobrecidos (tomen nota: salud, educación, servicios básicos), la educación pauperizada y quienes abran la boca, perseguidos, marcados y muchos, exiliados. Y el pueblo de San Luis, sin reacción, sin respuesta ante nada. El poder, demagogo por esencia, intolerante por hábito, acabó con todo. Todo se lo devoraron. Todo se lo llevaron. Entonces quedamos una serie de pelotudos escribiendo blogs que nadie lee, porque no vendemos nada, porque no damos cursos en la ULP. No somos nadie y tampoco valemos para ellos. Disculpen a mis (poquísimos) lectores el estado de ánimo de hoy, pero para un docente, un maestro de alma, es enorme la impotencia de ver día a día la progresiva destrucción de la educación, del pensamiento crítico de los jóvenes, muchos de ellos embrutecidos por la cultura del circo montado sobre millones y millones de pesos que los hace vivir en una ilusión. La esperanza ha sido arrancada de raíz, los proyectos educativos se reducen a estériles cursos de la Universidad de la Punta, en los cuales sus docentes se limitan a reproducir el discurso obsesivo y vacío de los beneficios paradisíacos de la informática, como niños; pero sin ampliar a otras lecturas reveladoras sobre el tema, quizá tampoco las entiendan. La Universidad de la Punta, que no es de punta ni universidad, es la nueva pesadilla, la nueva boca oscura del lobo que tragará las últimas reservas del pensamiento (si quedaba) crítico de San Luis, porque cada docente, para seguir existiendo en el sistema deben realizar los estúpidos cursitos que la fantasmática universidad propone. Sombrío panorama se nos presenta. Los gremios dónde están. La resistencia organizada dónde está. Las voces de los que no tienen voz dónde están. Miles de niños y jóvenes van al matadero, mis amigos. Las escuelas sobreviven por inercia, porque sus maestros con sueldos miserables han perdido la creatividad, la fuerza, el deseo de enseñar. La poderosa máquina infernal ahora piensa por ellos y por cada sanluiseño. La lengua bífida del poder les ha hecho saber que nada tienen que hacer, que ya está todo hecho; está todo pensado por ellos. Hasta los festivales. Ellos dicen quién actuará y no responden porqué. Nada es auténtico ni legítimo de la gente, todo es impuesto desde arriba; es una demagogia organizada ahora hacia el país (acá ya no hace falta, muestran las hilachas vergonzosamente) en función de una desesperante carrera hacia la presidencia. Todo es cartón. El estado vegetativo del pueblo puntano es su estado natural. Querer desterrar el mito de la provincia postergada cuesta, pero es como enseñar a hablar a un mono.
Lo dije: no valemos nada para ellos, somos tan prescindibles como anónimos. Por eso estoy cansado, amigos. Quizá era lo que querían.
Ahora mismo estoy viendo un grupo de jóvenes del Plan de Inclusión sentados bajo un árbol, supuestamente cortando yuyos, sin embargo están obsesionados con el celular, ríen, toman a escondidas algo que estoy seguro no es agua y miran pasar la vida frente a ellos, recostados sobre los sueños de generaciones. Una honda tristeza me invade: muchos de ellos hace unos meses estaban en la escuela. Bienvenidos a San Luis, donde soñar es posible. Bienvenidos a la nueva sociedad de los ciegos que propuso Saramago en Ensayo sobre la ceguera. Sean bienvenidos al nuevo circo romano versión digitalizada. El útimo que salga que apague la luz (la oscuridad, a veces, es una aliada para tapar miserias).

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si sos el Jorge que conozco, gracias por tu comentario en yahoo, pero, dices que no sabes que hago "allí" que es alli? ¿Será el puto sistema del que formamos parte aun si quererlo? Si queré resistir , escribime y hágamos algo más que escribir "porque la poesía es un arma cargada de futuro" Amelia

Anónimo dijo...

Primero: quizá sea el jorge que conocés. Hay fotos mías en el blog. Segundo: ¿qué comentario dejé en yahoo? no entiendo. Tercero: si vos leés el artículo sobre Arcadia de mi blog, verás porque digo "allí". Cuarto: ¿A dónde querés que te escriba?. Quinto: La frase de Celaya estaba en otro contexto, pero sería material de otra discusión. Lo que sí estoy convencido es que hay una cultura oficial decadente de la cual podés escapar, porque considero que lo tuyo vale la pena. Pero en fin cada uno elige su destino. Espero vuestros comentarios.

Jóvenes Por el Cambio dijo...

GRANDE PROFE!!

Jóvenes Por el Cambio dijo...

GRANDE PROFE!

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