Hoteles
Parece ser que pasó la mitad de mi vida llegando a extraños hoteles. Y preguntando si puedo irme a la cama inmediatamente.
“¿Y tendría inconveniente en llenar mi botella de agua caliente?... Gracias, es una delicia. No, no necesitaré nada más.”
Las puertas extrañas se cierran sobre la extraña y luego me deslizo entre las sábanas. Esperando que las sombras surjan de los rincones y tejan su lente, lenta telaraña sobre el “empapelado más feo de todos”. Katherine Mansfield
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