AL FUEGO CON ELLOS

A propósito del violador de Recoleta
Un hombre inteligente, que lee a Arlt y tiene una madre violenta
(TITULAR DIARIO CLARÍN 19-01-09)

Ya le había sucedido a Don Quijote: tanto leer libros de caballería se volvió loco; también le sucedió algo parecido a Francesca en el Canto V del Infierno de La Divina Comedia: la lectura los perturbó. Y ni hablar de Silvio Astier, el mismísimo personaje de Roberto Arlt, el cual de tanto leer historias de bandoleros, desea volverse uno de ellos.
Ahora algo parecido -según la visión siempre esclarecedora de los medios- le sucede a Ulises Velázquez -quien ya su nombre es sinónimo de desquicio literario-, el violador serial de Recoleta. Paremos con la lectura, retomemos el oficio del Cura y el Barbero y echemos al fuego los causantes del desequilibrio psíquico.

La lectura, definitivamente, no nos ayuda a construir una sociedad mejor. Por eso el mundo actual se esfuerza tanto en que las nuevas generaciones no lean nada y se transformen día a día en flanes mentales adormecidos por el celular y la ignorancia organizada.

No olvidemos el efecto nocivo de la lectura de libros.
Miren la guerras y verán flotar sobre el humo de los cadáveres dos endemoniados libros: la Biblia y el Corán. Que nos sirva de ejemplo.

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